¿Tu hijo te parece particularmente espabilado para su edad o comprende todo muy rápido? Puede que sea precoz. A continuación, se muestran los signos característicos de la precocidad, las maneras de detectarla, cómo hacerse cargo…

 

¿Qué es un niño precoz?
«Superdotado», «adelantado», «con un potencial alto», «niño intelectualmente precoz», etc. No faltan términos para definir a los niños con ciertas aptitudes. Estos niños se diferencian del resto porque su desarrollo intelectual es más rápido. Su particularidad inicial es su CI (coeficiente intelectual), que es igual o superior a 125, pero no es lo único...

¿Cómo se reconoce a un niño superdotado?
- Desde pequeño, pueden presentarse algunos indicios. En primer lugar, hay que comprobar que, antes de ser un niño precoz, tiene que ser un bebé espabilado: empieza a caminar a los 12 meses en lugar de a los 14, habla con fluidez a los 2 años en lugar de a los 3 y aprende a leer muy rápido.


- A partir de cierta edad, busca la compañía de personas mayores y quiere ampliar sus conocimientos haciendo preguntas relacionadas con la existencia humana, el universo... Un niño precoz también es perfeccionista, bastante ansioso y se expresa con un vocabulario bastante elaborado para su edad. Le encanta descubrir nuevas pasiones y bromear, pero tiende a cansarse de las actividades rutinarias.


- ¿Un niño precoz es un alumno excelente? Hay que saber que la precocidad no siempre es sinónimo de éxito escolar, sino más bien al contrario. Aunque los niños precoces aprenden a leer rápido y bien, a menudo tienen problemas de escritura (disgrafía). Esta paradoja se debe a un desfase entre el desarrollo intelectual y el psicomotor (disincronía). Pero las dificultades escolares reales empiezan a aparecer a partir del sexto curso. A veces, los niños superdotados tienden a aburrirse en clase, lo que generalmente se traduce en un comportamiento perturbador, ausente o fantasioso. Así pues, con frecuencia sufren dislexia, fracaso escolar, repiten cursos...


- También hay que destacar que los niños precoces están más expuestos a problemas de comportamiento. Aparte de tener una sensibilidad acrecentada, problemas psicosomáticos (dolores de cabeza, de vientre, eccemas) y problemas del sueño, a veces sufren ansiedad, hiperactividad, TOCs (trastornos obsesivos compulsivos), tartamudeo o incluso addicciones diversas.

Los métodos de detección
Excepto el comportamiento del niño y sus resultados escolares, existen dos técnicas para detectar la precocidad:
- El test de CI: realizado por un psicólogo, el coeficiente intelectual se mide gracias a tests psicométricos según escalas fiables, llamadas de Wechsler (un test para los 3-6 años, uno para los 6-17años y otro para los adultos), compuesto especialmente por un análisis del nivel de lectura, una prueba de personalidad y la realización de un dibujo.

- Los cuestionarios de identificación: constituidos por tablas comparativas, sirven para diferenciar los niños precoces de los escolares. Están destinados, sobre todo, para los profesores que dudan sobre las capacidades de un alumno.

- En cualquier caso, hay que tener claro que un niño precoz no tiene por qué ser brillante en todo. Aunque las matemáticas o la música se le dan bien, puede que no sea bueno con el dibujo.

Un seguimiento escolar y psicológico adaptado
Una vez diagnosticada la precocidad, para los padres es primordial concienciarse de las particularidades de su hijo, tanto a nivel intelectual como afectivo, e informar a los profesores. Existen muchas soluciones.

- En cuanto a los niños más sociables, pueden realizar un curso normal, pero saltándose clases con un seguimiento específico. También añadir cursos suplementarios a distancia.

- Si el niño se siente desnivelado frente a los niños de su edad, puede integrarse en el colegio en una clase específica para niños intelectualmente precoces, con programas mejorados y dirigidos por un equipo especializado.

- Otra solución: los campamentos de vacaciones para niños precoces. El objetivo es que se relacionen y realicen juntos actividades estimulantes (ciencias, informática, dibujo...) para paliar el aburrimiento.

- Hay que destacar también que puede recomendarse un seguimiento psicológico con el fin de ayudar al niño precoz a expresarse y a adaptarse a la vida cotidiana.

- Por último, hay que recordar que existen asociaciones que prestan una gran ayuda a los padres y al desarrollo de los niños.