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Pareja

La definición de pareja desde la perspectiva de la psicología sistémica, la podríamos resumir, diciendo que la pareja consiste en tres partes: dos individuos (tu y yo) y la relación entre ellos (nosotros). Tal como dice Virginia Satir, psicoterapeuta familiar, la pareja positiva es aquella que da cabida a cada una de estas partes y cada parte tiene un valor equivalente. Las parejas positivas saben que si niegan, eliminan o ignoran una de estas partes, la naturaleza positiva de la relación puede desaparecer.

Los factores a tener en cuenta para tener una relación de pareja positiva son, entre otros, que cada persona vale por sí misma y es autónoma, cada persona puede ser emocionalmente sincera, puede pedir lo que desea; cada individuo reconoce y toma la responsabilidad de sus actos, cada cual cumple sus promesas, y juntos cooperan en vez de competir.

La definición que nos aporta Campos y Linares, en su libro Sobrevivir a la pareja, es la de dos personas procedentes de familias distintas, generalmente de distinto género, que deciden vincularse afectivamente para compartir un proyecto común, lo que incluye apoyarse y ofrecerse cosas importantes mutuamente. Es un espacio propio que excluye a otros, pero que interactúa con el entorno social.


 

¿Cómo expresas tu amor en pareja?


¿Cómo expresas tu amor en pareja?


 

En la vida tenemos grandes aprendizajes, lecciones que vamos asimilando sin percatarnos muchas veces de que ya son parte de nosotros.

Desde la infancia aprendemos gracias a nuestros padres, desde caminar, hablar, buenos modales, lecciones de cocina, de mecánica, de cualquier situación que se nos ocurra, y también aprendemos a amar.

Nuestros grandes maestros nos enseñan mucho con la intención o sin ella, generalmente los padres transmiten a sus hijos lo mejor de ellos y también lo peor, sus hábitos, sus carencias, sus miedos, sus inquietudes, y los hijos recibimos de ellos todo como viene sin poder discriminar qué será de utilidad o en perjuicio de nuestra estabilidad emocional.

El primer ejemplo del comportamiento en pareja lo observamos en la familia, algunos muy ávidos de aprender, otros sin percatarse de que, también de eso, están aprendiendo y que en un futuro lo repetirán, casi como un guion, con sus respectivas parejas.

Los hábitos de comunicación, de convivencia, de negociación que son pertinentes en las relaciones, se muestran en las relaciones presentes y si a esto le sumamos que cada miembro de la pareja trae "un programa diferente", puede enriquecer gratamente la relación, o bien, hacerla compleja.

Expresar el amor tiene diferentes matices, algunos pueden ser muy obscuros al grado de no poder verse a simple vista, otros muy claros que los hacen evidentes y fáciles de observar, otros tienen sus claro-obscuros y generan confusiones.

En fin, es importante reflexionar sobre cómo lo expresas tu y si esta expresión es satisfactoria o confusa.

¿El amor se exige o se recibe?


¿El amor se exige o se recibe?


 

Expresar el amor es diferente a sentir el amor, y existen diversas maneras de hacerlo, cada una muy válida, porque se origina en las particularidades humanas.

Algunas personas expresan que no se sienten amadas por su pareja, familia o amigos, buscando que la expresión del amor del otro cumpla con sus expectativas, generadas de manera personal, el problema es que estas pueden distar mucho de la forma que el otro tiene para manifestar su amor.

Cuando logramos separar nuestras ilusiones de una relación amorosa "perfecta", podemos tener la posibilidad de observar la forma que tiene esa persona de expresar su amor, diferente a la tuya, tan válida también y que te permita entonces decidir aceptar y apreciarlo en su justa dimensión, fuera de expectativas irreales forjadas en contextos imaginarios egoístas.

Estar en coherencia con lo que estas sintiendo y expresando sin esperar que el otro lo exprese de la misma manera que tu, te puede permitir llegar a un estado más elevado en la vivencia del amor, autentico y sin condiciones, limitaciones y prejuicios. También es posible y que el otro no exprese el amor en la forma que nosotros esperamos y que además te sientas lastimado o desvalorizado en esta convivencia y es entonces, el momento en que puedes decidir no tomar esta forma de amar del otro y alejarte, sin pretender forzar las situaciones y coaccionar a la persona para que te exprese sus sentimientos como tu deseas.

El punto medular en la expresión y la recepción del amor, radica en la claridad de que cada individuo es único e irrepetible y por consiguiente cada uno se expresa en el amor de acuerdo a su estructura de la personalidad y a su capacidad para el mismo. La decisión radica en ti, lo tomas tal como es o te alejas para sentirte más a gusto contigo misma...

¿Te gusta sufrir?


¿Te gusta sufrir?


 

La respuesta inmediata a este cuestionamiento es No, una declaración consciente con la convicción de un deseo interno de plenitud y felicidad, con la idea de que los caminos elegidos son los indicados.

En referencia al cuestionamiento viene a colación hablar de la personalidad Masoquista, aquella que busca el placer por medio del dolor, trata de encontrar el amor en lugares equivocados por medio del sufrimiento y la autodestrucción.

Hablamos de esas personas que se lamentan de vivir esa realidad, donde no son apreciados y amados, sino por el contrario reciben maltrato, desprecio, indiferencia, pero sin observar las ganancias secundarias que están obteniendo de esta forma de vida.

Padecer una situación de vida en donde tienes la oportunidad de elegir algo diferente, con sus respectivas consecuencias, puede referirte a este deseo inconsciente de sufrir y victimizarte; lo relevante de esto es definir ¿Para qué? ¿cuál es mi ganancia de esto?.

Se observa que dentro de los aprendizajes que vamos adquiriendo de la familia, también se puede aprender a sufrir, a vivir sin la posibilidad de solo ser feliz y de alejar de tu campo fenomenológico el sufrimiento adquirido por gusto (consciente o inconsciente).

Asume que tienes la capacidad de elegir como quieres vivir.

Infidelidad


Infidelidad


 

Hoy en día muchas personas hablan sobre los 5 puntos para que no te sea infiel, los 10 puntos para describir la infidelidad, los 3 tips para saber si te ama realmente, como si esto fuera tan sencillo, tal como una receta de cocina, o todos los individuos pudieran ser encasillados en los prototipos de los que se hablan en estas "recomendaciones".

Hablar de infidelidad es un tema muy profundo, mismo que en la práctica no tendríamos porque estar buscando evitarlo, es decir, cuando nuestra pareja toma la decisión de sernos infiel, no necesitamos evitarlo, puesto que es una determinación independiente de nuestros deseos o expectativas.

Cuando un individuo decide ser infiel a su pareja puede tener muchas razones derivadas de su psique confundida, conflictuada, frustrada o con necesidades de re afirmación del afecto o de la admiración; obtener muchas de las razones es facil, enumerarlas aún más simple, pero el tema que nos ocupa no esta centrado en la persona que es infiel, si no en la persona que opta por soportar su infidelidad.

Tanto quien es infiel, como quien sufre la infidelidad por parte de su pareja, tiene un grave conflicto con la fidelidad a si mismo; si, esta paradoja puede ser compleja para algunos, pero la realidad es que al ser leal a tus convicciones, principios, a lo que realmente quieres y lo que necesitas, entonces no habrá la necesidad de dudar en ese acuerdo mutuo llamado relación de pareja.

Solo cuando estas en contacto con lo que deseas, sabrás hasta donde estás dispuesto a tolerar y establecerás límites claros, que indicarán a tu pareja el camino por el que pueden andar juntos y hacia donde puede dirigirse esa relación.

Si lo que deseas es vivir una relación de pareja placentera en todos los sentidos, plena, basada en el respeto y la fidelidad, entonces relacionate con gente que se es fiel en todos los sentidos.